Ya hemos hablado de la importancia que tiene la temperatura en el interior de un invernadero, pero hoy queremos hablar de otro factor igual de importante y que está estrechamente relacionado con la temperatura, la humedad relativa.
La humedad relativa es la cantidad de agua contenida en el aire, y está relacionada con la humedad absoluta (cantidad de vapor de agua por m³ de aire) y el punto de saturación (cantidad máxima de vapor de agua que admite el aire a una determinada temperatura).
La humedad relativa en un invernadero es un factor climático que se relaciona con la transpiración, y es imprescindible para que el intercambio gaseoso y la fotosíntesis se pueda llevar a cabo. Dependiendo de la especie, los niveles de humedad más favorables para el desarrollo de los cultivos se encuentran entre el 50%-75% (ver tabla), y salirse de estas condiciones ideales de humedad puede provocar efectos adversos sobre el rendimiento de los cultivos.
Efectos adversos sobre la planta si hay una humedad relativa alta:
– El exceso de humedad reduce la transpiración, lo que disminuye la absorción de nutrientes y afecta al crecimiento de la planta.
– Además, dificulta la polinización y favorece la propagación de plagas y enfermedades.
Efectos adversos sobre la planta si hay una humedad relativa baja:
– El déficit de humedad hace que la planta tenga que hacer un sobresfuerzo por mantener los estomas abiertos, y esto puede ocasionar que se marchite por deshidratación.
– También afecta a la producción, pues hay una pérdida de calidad del fruto y un menor cuaje.