Ya ha llegado el invierno, y con él, la bajada de temperaturas, las temidas olas de frío y las heladas en los cultivos.
Los daños ocasionados por estas heladas ocurren cuando se forma hielo dentro del tejido de las plantas, dañando sus células y produciendo un efecto negativo en su rendimiento, además de una depreciación en la calidad del producto.
Existen diversos métodos para combatir los efectos de estas bajadas de temperatura que llegan a niveles de congelación del agua. Estos métodos pueden ser pasivos; como la selección varietal, realizar una poda adecuada, evitar el laboreo durante los periodos propensos a las heladas, etc. O métodos activos; como el suministro de calor o el riego por aspersión.
El sistema de protección anti helada mediante el riego por aspersión tiene como finalidad mantener los cultivos por encima de su temperatura crítica (Tc), utilizando el calor latente liberado cuando el agua pasa de estado líquido (agua) a sólido (hielo) para proteger a la planta de las heladas.
Para evitar los daños que provocan las heladas en el cultivo, un buen aliado es poder contar con un controlador de riego que se adapte a las necesidades de cada instalación y permita activar un riego anti helada.